Después de entrar en varios grupos de distintas comunidades, (Muchas gracias a todos!), un idea se destaca claramente: los hospitales en todo el mundo necesitan respiradores de manera urgente.
Con esta idea en la cabeza, es un reto pensar en cómo podemos ayudar. Son tiempos difíciles en los que la movilidad se reduce y la comunidad se vuelve más local. Por eso pensamos que casi cualquier ciudadano en cualquier lugar donde se necesite, debería poder construir un respirador mecánico automático. Queremos diseñar un dispositivo que pueda construir cualquiera. Un dispositivo para los miles de personas anónimas pero con mucho ingenio, que están por todas partes muy motivados y con ganas de ayudar al personal sanitario desbordado.
Para que algo lo pueda construir cualquiera y en cualquier lugar, tiene que ser simple y basarse en materiales de muy fácil acceso. Así pues, sin darnos cuenta empezamos a tener claros unos requisitos. Con esto en la cabeza, empezamos a estudiar los mecanismos disponibles de respiración así como sus posibles contraindicaciones, tras esta investigación decidimos que hay que encontrar algo que nos solucione la gestión del aire.
Uno de nuestros contactos médicos nos aporta la idea de usar un respirador manual tipo AMBU. Este dispositivo tiene 2 factores claves: el primero es que está presente en muchos sitios (ambulancias, boxes de emergencia, etc…), por otro lado tiene la certificación para uso en el entorno médico. Este punto nos lleva a encontrar los proyectos del MIT, de Rice e incluso uno en Vietnam que reportaban pequeños éxitos alrededor de este dispositivo. Centrándose en sustituir al personal necesario para operar el AMBU por un dispositivo mecánico. Estos diseños son excelentes, pero son muy complejos para ser construidos por gente sin entrenamiento, en situaciones de emergencia y desabastecimiento.
Sin tiempo que perder, moviendo contactos, alguien nos sugiere que ha encontrado un AMBU, en Wallapop. Nos desplazamos rápidos hacia allí para comprobar que es cierto y que está todo el equipo completo. Sabemos que este tipo de material es imprescindible en estos momentos, y en cuanto términos este diseño, vamos a poner nuestro AMBU a disposición de cualquiera que en emergencia lo necesite. Afortunadamente, en Barcelona no hay escasez de AMBU, por lo que podemos tener uno para hacer pruebas.
Mientras buscamos el AMBU, el equipo en el taller ha encontrado un motor que no necesita fuente de alimentación, funciona a 220V y tiene una velocidad parecida a la requerida por nuestra respiración. Para aquellos que no lo sepan la mayoría de microondas en su interior llevan un pequeño motor asíncrono que funciona a 220V (algunos van a 21V AC), perfecto. Quien no tiene un microondas en casa?
Horas después y tras un primer prototipo, vemos que el motor de microondas no tiene suficiente par. Ya nos lo temíamos, pero había que intentarlo!
Nos vamos a casa con mil ideas en la cabeza, el prototipo aun no funciona, pero tenemos muchas ganas de seguir mañana.
Somos optimistas: Hemos conseguido en 24h tener unos requisitos de diseño que creemos que son viables y realizar el primer prototipo. Como dicen por allí: FAIL FASTER, SUCCEED SOONER.
Codazos para todos.
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